Una mina de Bitcoin ubicada en el pueblo de Stokmarknes, Noruega, ha decidido cerrar sus operaciones. Este cierre se debe al aumento del 20% en las tarifas eléctricas impuesto por la empresa que genera electricidad, para compensar sus pérdidas.

Además, las quejas por el ruido generado por la maquinaria que mina BTC han sido un factor determinante. Este tipo de quejas no es nuevo y ha ocurrido en otros países previamente.

La mina de Bitcoin representa una pequeña fracción del 60% de la electricidad total consumida en la región.