En noviembre, los hackers sustrajeron 71 millones de dólares en criptomonedas, lo que incrementa el monto total robado en el año a 1,480 millones de dólares. Estos ataques cibernéticos no solo representan una pérdida monetaria significativa, sino que también impactan negativamente en la percepción pública y la reputación de la industria de criptomonedas.

El continuo aumento de los robos por cibercriminales destaca la necesidad de reforzar las medidas de seguridad dentro de este sector, ya que los incidentes de piratería están comenzando a alarmar a las partes interesadas y afectando a la confianza de los inversores en la viabilidad a largo plazo de las criptomonedas como un activo seguro.